lunes, 14 de noviembre de 2011

Membrillo por aquí, y allá y paracuyá. Receta para aprovecharlo todo.

Con 20 kilos de membrillo (quince-en inglés) consigues que tu cocina parezca la de un piso de estudiantes de primer año de carrera. Pero, además de redecorar la cocina, hemos hecho 25 kg. de carne de membrillo y 14 litros de jalea de membrillo (quince jelly).
Este año lo hemos hecho más fácil y el resultado ha sido el mismo: la carne no está completamente sólida sino que queda como una mermelada dura. Es más práctico para untar y está muy suave y sabroso. Rico, rico!
No hemos pelado los membrillos, sólo los hemos limpiado, partido en cuatro, quitado los corazones y separado en dos cazuelas. En una los corazones con las partes feas de la piel (obtenemos la jalea) y el la otra la fruta limpia con piel-de aquí sale la carne de membrillo. En ambas cazuelas echo zumo de limón para que el membrillo no se oscurezca (el zumo de 2-3 limones por kg).

CARNE DE MEMBRILLO: Ponemos a cocer la cazuela con los trozos de membrillo sin agua y con azúcar (la misma cantidad de membrillo que de azúcar) durante 30-40 min. (o cuando el membrillo esté tierno, no deshecho), que se mezcle bien. Lo batimos con la batidora y lo volvemos a poner a fuego bajo durante 50-60 min. Se deja enfriar un poco, se reparte en los tápers y a enfriar.

JALEA: Ponemos a cocer los corazones con agua (que les cubra) durante una hora o un poquito más. A este jugo bien colado (con chino o colador fino), sin retirarlo del fuego, le añadimos el azúcar (por 600ml de jugo, 400 gr. azúcar) y el zumo de limón (2 limones cada 600ml) y removemos sin parar hasta que se haya mezclado bien. Lo ponemos a hervir y luego bajamos el fuego un poco, pero que no quede a fuego lento. Movemos de vez en cuando y vamos quitando la espumilla con una espumadera o un colador. Cuando este sirope caiga en gotas gordas y al tocarlo se nos queden los dedos pegados, apagamos el fuego, dejamos enfriar un poco, metemos en tapers o botes y dejamos enfriar, tapamos y a la despensa.
 El membrillo cociendo con el azúcar y sin agua.
 El jugo bien colado. En la palangana azul están los restos de piel fea y corazones de membrillo, a las gallinas les encanta.
 Las tarrinas con la jalea de membrillo.

martes, 8 de noviembre de 2011

Rosalinda no era su nombre

Hace ya una semana que trajimos a nuestra nueva burrita. Se trata de un regalo que nos ha hecho un vecino de Mecerreyes, (que por cierto tiene un mesón en el que se come de maravilla, una carne de primera a un precio increíble). La burrita tiene un año y le entendimos que se llamaba Rosalinda. En nuestra última conversación se refería a la burrita como Paulita. 
- ¿Paulita? 
- Sí, la burra, le pusimos ese nombre porque ese mismo día nació una niña que conocemos a la que llamaron Paula y por eso le pusimos Paulita.

El nombre de Rosalinda, al principio no nos decía nada pero ahora nos gusta porque le pega, es linda.
Rosalinda es pequeña, de pelo corto, brillante y suave; tan suave por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. La dejo suelta y se va al prado y acaricia tibiamente, rozándolas apenas,las florecillas rosas, celestes y gualdas. La llamo dulcemente: ¿Platero? (Ay, perdón: ¿Rosalinda?, y viene a mí con un trotecillo alegre, que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal... 

Esto en nuestro caso es pura ficción (bueno, y en el caso de Platero). Si dejamos a Rosalinda o a Virutas sueltos en la parcela sí, efectivamente se acercan a las "florecillas" pero es visto y no visto, las florecillas se esfuman, desaparecen, las siegan! Y cuando les llamamos dulcemente, rebuznan y siguen comiendo. Pero, a pesar de la terquedad de ambos, os diré que son enternecedores. Se llevan fenomenal. Están todo el día juntos, se acarician, se rozan los lomos y juntan sus morros.

También trastean juntos. Mientras uno abre la llave del grifo del establo, el  otro libera a las gallinas y ambos se comen el pienso de éstas. Que pillines!! La ventaja, que con tanta agua tenemos el establo como una patena!